Andrés Panasiuk

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El profeta declaró: “hemos regresado de la guerra santa menos importante (al jihad al-asghar) para pelear la guerra santa más importante (al jihad al-akbar)”.  Los otros le preguntaron: “oh, profeta de Dios, ¿cuál es la guerra más importante?”. El contestó: “es la lucha contra ti mismo” (islam, libro de Hadith)…

 Para ser un comprador ganador y alcanzar la prosperidad integral hay que ganar la batalla contra uno mismo sobre el dominio propio. Este podría definirse como la habilidad para llevar a cabo algo que se nos ha pedido hacer, modificar un comportamiento, posponer una acción y comportarnos de una manera socialmente aceptable, sin ser guiados o dirigidos por alguna otra persona. 

El dominio propio es un elemento esencial y una marca clara del carácter maduro de un individuo. Sin él, es imposible hacer un plan financiero y llevarlo a cabo. Si carecemos de él, nos será imposible alcanzar la prosperidad integral. 

La derrota en esta “guerra santa más importante” es la razón más común por la que organizaciones de ayuda financiera en Estados Unidos mantienen a miles de consejeros ocupados durante todo el año. La falta de dominio propio en el país del norte provoca una cantidad asombrosa de quiebras, tanto personales como empresariales. La cantidad más grande en la historia del país.

Para entender la seriedad del problema que tenemos frente a nosotros respecto al dominio propio bastaría observar el crecimiento de la industria que ayuda a la gente a perder peso. También podríamos considerar la expansión de nuevos problemas de salud que, fundamentalmente, son el resultado de comportamientos arriesgados como la drogadicción, las enfermedades venéreas y el SIDA.

Dice un proverbio chino: “Aquel que conoce a otros es sabio; aquel que se conoce a sí mismo es un iluminado; aquel que conquista a los demás tiene poder físico; aquel que se conquista a sí mismo es verdaderamente fuerte”. Otro proverbio dice: “A pesar de haber vencido a un millón de hombres en el campo de batalla, en verdad, el conquistador más honorable es aquel que se ha conquistado a sí mismo”.

El principio de dominarse a sí mismo es universal. Aprender a valorar el domino propio y conseguirlo en el ámbito de las finanzas es fundamental. Este es uno de los secretos para tomar decisiones inteligentes de compra y para alcanzar la prosperidad integral.

Tú harás lo que tu mente piensa; tu mente piensa lo que le dices que debe pensar. Hay una serie de frases consumistas populares que se han metido en nuestro vocabulario cotidiano y que obstaculizan nuestras posibilidades de salir adelante en lo económico. Algunos ejemplos son: “date un gusto, ¡te lo mereces!”, “compra ahora, paga después”, “la última cuenta la paga el diablo”, “¿por qué esperar?”.

Un famoso dicho popular advierte: “Siembra un pensamiento y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás el carácter; ¡siembra el carácter y cosecharás un destino!”. Siembra dominio propio y la prosperidad integral será más que una meta, será tu estilo de vida.

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