Mucha gente nos pregunta cómo establecer un buen historial de crédito en los Estados Unidos y en países latinoamericanos. Varias familias inmigrantes y jóvenes se meten en problemas crediticios porque se desesperan por establecerlo. Para responder a las interrogantes más comunes, escribimos este artículo.
Sí, es necesario establecer un buen historial de crédito, pero el día de hoy es mucho más fácil acceder a tarjetas de crédito y a créditos ofrecidos por las tiendas. Algo que nos conduce a ciertas trampas de las cuales es muy difícil salir. Lo primero que te recomendamos es que mantengas la menor cantidad de deudas posible. Cuanta menos capacidad crediticia tengas, menor será la tentación de usarla.
También te recomendamos no usar el crédito para cualquier artículo de consumo como el entretenimiento, la ropa o los artículos del hogar. Usualmente, el valor de esos artículos desaparece antes de que tengas la oportunidad de cancelar la deuda. Entonces, no compres una televisión o un sofá al crédito. Úsalo para comprar un inmueble (una casa o un departamento).
Antes de los años 80, el que manejaba su vida con dinero en efectivo era un rey. El que tenía la capacidad de pagar algo en efectivo se consideraba una persona exitosa. Lamentablemente, eso ya no es verdad en nuestros países. En la actualidad, en Estados Unidos, si uno tiene buen crédito puede ahorrarse miles y miles de dólares. Si quieres comprar una casa de 100 mil dólares a treinta años, por ejemplo, la diferencia entre pagar un 6% y un 7% de interés es de casi 24 mil dólares.
La capacidad y calidad crediticia de un consumidor determina el porcentaje de intereses que le cobrarán por prestarle dinero. Determina también si le darán un mejor trabajo o no y determina, incluso, si pagará menos en su póliza de seguro de la casa o de seguro de vida.
Entonces, tu capacidad de crédito se evalúa, por un lado, por los informes de crédito que ofrecen ciertas compañías privadas (como un servicio a las empresas y bancos). Por el otro, por el credit rating o credit score. Tu rating determina qué tan buen cliente eres, cuál es tu capacidad adquisitiva y cuál es tu seriedad al devolver el préstamo. Los puntos se miden dándole al consumidor un mínimo de 300 y un máximo de 850. Con un mínimo de 650 puntos te consideran un cliente de primer nivel y puedes recibir tasas de créditos especiales, con un tratamiento favorable.
Si deseas establecer un buen crédito y aprovechar los beneficios de un buen rating, entonces, paga tus cuentas a tiempo. Vive libre de deudas o, al menos, mantenlas a menos del 20% de tus ingresos anuales. Ten una o dos tarjetas de crédito, aunque eso no significa que acumules deudas en ellas. El no tener tarjetas de crédito te quita puntos; tener demasiadas tarjetas, también. Compra con las tarjetas de crédito y paga cada mes el 100% del balance. Instálate en un lugar fijo del país, mudarse quita puntos. Mantén el mismo trabajo, cambiar de trabajo quita puntos. Revisa tus reportes de crédito y corrígelos con regularidad, así establecerás un buen historial de crédito.
Recuerda: sé un buen consumidor y eso hará una gran diferencia en el futuro económico de tu familia.