Andrés Panasiuk

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Cuando llega la crisis viene acompañada de una tendencia natural a caer en desesperación. No sabemos como vamos a pagar las cuentas y la incertidumbre del futuro nos invade. Estas son emociones naturales que tenemos que aprender a controlar y no permitir que ellas nos controlen a nosotros. 

Lo primero que debemos hacer en este momento crítico es levantar nuestra cabeza y decir: “ciertamente esto también va a pasar”. Luego, respiras hondo y tomas un vaso de agua. Busca una libreta o siéntate frente a tu computadora y comienza a hacer tres inventarios: físico, intelectual y espiritual.

El inventario físico consiste de ver cuáles son los bienes que tienes a tu alrededor. Anota en la lista bienes como muebles, televisores, computadoras, ropa, zapatos, carteras, motoras, botes, carros, prendas… Una vez completes ese inventario prioriza el uso de cada uno de los artículos y pregúntate: ¿lo necesito o puedo vivir sin tenerlo? Si puedes vivir sin tenerlo tienes dos opciones: planificar un “garage sale” o entrar al mundo cibernético y vender estos bienes. Te aseguro que te sorprenderás. El dinero que puedes obtener por esos bienes que no necesitas es mucho.  Esto te ayudará a tener más opciones económicas como pagar atrasos o crear un fondo de emergencia (o de contingencia) para cubrir necesidades básicas mientras nos inventamos como vamos a seguir generando mayores ingresos.

El inventario intelectual es aquel en el que analizamos cuáles son nuestras fortalezas. Cuáles son esos atributos por los cuales nuestros amigos nos elogian y nos buscan para que le demos apoyo en esas áreas. También debes preguntarte cuáles son las actividades que más disfrutas realizar. Pueden ser varias, pero te aconsejo que te enfoques en las primeras tres. Puede ser que tu don sea hablar y darle ánimo a los que te rodean y siempre regalar una sonrisa. Hay personas  haciendo dinero con ese don, ofrecen talleres de motivación personal. ¿Lo ves?, algo que parece sencillo en medio de la crisis se puede convertir en tu oportunidad.

Por último, está el no menos importante inventario espiritual. Tenemos que entender que la vida es mucho más que dinero o bienes materiales. Si tenemos la actitud correcta y entendemos que las finanzas son un medio para lograr nuestras metas, y no la meta principal en nuestra vida, entonces nuestro enfoque será el correcto. En realidad debemos contar nuestras bendiciones. En este inventario puedes incluir tus relaciones con tus seres especiales: tu pareja, hijos, amigos, padres, hermanos y otras relaciones. Quizás no sientas que sean financieramente cuantitativas, pero añaden mucho a nuestro crecimiento espiritual.

Te animamos a que tomes acción hoy y realices estos tres inventarios, el físico, el intelectual y el espiritual. Hacerlo en paz y con la actitud correcta te ayudará a maximizar tus finanzas en tiempos de crisis y a convertir esa crisis en una experiencia de aprendizaje maravillosa. ¡Mira hacia adelante!

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