Comprar un auto nuevo es una mala inversión. Todo vehículo recién salido de la agencia se devalúa en un promedio del 43% en los primeros tres años desde que lo compramos. Uno no compra un auto como inversión, sino por necesidad. Pero, ciertamente, uno debería tratar de perder la menor cantidad de dinero posible en el proceso.
En primer lugar, aclaremos que no vas al concesionario de autos para a hacer amigos. Vas para hacer un negocio. Así que entra al concesionario sin la intención de ser amigable, sé respetuoso en todo momento, pero no seas amigable.
Por lo general, los vendedores tienen una personalidad interactiva y que tiende a influenciar a otros. Ellos son amigables y cálidos; tú deberías ser exactamente lo contrario. Esa frialdad respetuosa llevará al vendedor, por las tendencias naturales de su personalidad, a tratar de restaurar las relaciones entre ambos. Por consiguiente, estará mucho más dispuesto a ceder en las negociaciones.
Como segundo punto, ten claro lo que quieres. Es importantísimo que sepas lo que quieres antes de hacer la compra. Define también cuánto estás dispuesto a pagar por lo que quieres. Debes decirle al vendedor: “Estoy buscando un auto de tal marca, de tal modelo, de tal año y con unos 45 mil kilómetros recorridos”. Si no lo tiene, date la vuelta y busca otro lugar de inmediato.
Una de las tácticas de los vendedores se llama: “la mordida del anzuelo y el cambio“. Normalmente, lo que el vendedor te dice es: “No tenemos esa marca y ese modelo, pero tengo este otro modelo y esta otra marca que es parecido”. La idea es cambiar tu punto de referencia para que no sepas cuánto cuestan las cosas y pierdas el control de la negociación de esa manera. ¡No caigas en la trampa! Date la vuelta y busca en otro lado.
Hoy día es más fácil encontrar la marca y el modelo que uno quiere. Si tenemos un poco de paciencia, lo lograremos. Busca en Internet, compra los diarios regularmente y visita en persona los concesionarios. Por alguna razón elegiste ese modelo y te tomaste varias horas de investigación. No eches a perder tu trabajo.
Cuando hayas encontrado el auto que buscabas, pide que te lo presten por 24 horas. Dile al vendedor que tienes un serio interés en comprar el vehículo, que te gustaría darle una buena inspección y que para eso te gustaría llevártelo por un día. Puedes dejar tu propio auto en el negocio. Es probable que te pidan tu licencia de conducir y que llenes un formulario. Cuando te lo lleves, manéjalo y, si te satisface, continúa con el siguiente paso.
Lleva el vehículo a una inspección profesional y pídele un informe completo sobre el estado del vehículo. Evalúa el resultado y, si estás dispuesto a comprar el vehículo, identifica los arreglos que tendrás que hacerle. Además, arregla el cambio con tu seguro. Vuelve al negocio al día siguiente y comienza con la venta del auto anterior. Si lo darás como parte del pago, mantén esas dos negociaciones completamente separadas. Primero, indícale al vendedor que estás interesado en obtener el mejor precio por el auto usado, luego negocia el precio del nuevo.