Andrés Panasiuk

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Para alcanzar la prosperidad integral se requiere el desarrollo de un plan financiero eficaz. A ese plan le llamamos presupuesto. Además, aconsejamos acompañarlo de un plan de gastos.

Para que el presupuesto sea efectivo, cada miembro de la familia que participa en el gasto de los ingresos debe ser parte del equipo que se mantendrá enfocado en mantenerlo. Por ejemplo, si el esposo tiene la intención de mantener un presupuesto, pero la esposa no quiere, esto causará problemas en el matrimonio. Si, en cambio, ambos están enfocados en vivir sin deudas y llevar una vida de prosperidad integral, entonces lo lograrán porque estarán trabajando en equipo. 

Seamos claros, no se puede formar un gran equipo sin grandes jugadores. Como dice el refrán: “es posible perder con buenos jugadores, pero no se puede ganar sin ellos”. Entonces, ¿cómo puedes conseguir que tu cónyuge sea un buen jugador? O, ¿cómo puedes tú convertirte en un mejor jugador?

Desarrollar un mejor equipo siempre comienza por ti. Cuando mejoras, le añades valor a tu equipo. Si ya tienes el papel de líder, es vital que busques mejorar. Recuerda que solo podrás enseñar eficazmente lo que transmites por medio del ejemplo. Si no cambias por el equipo, el equipo podría cambiarte a ti. Si no tienes un plan de gastos, la falta de este seguramente te llevará a sufrir presiones financieras de alto estrés.

Un refrán que leí en un libro de John Maxwell, decía: “La inflexibilidad es uno de los peores defectos humanos. Usted puede aprender a controlar su impetuosidad, a vencer el miedo con confianza y la holgazanería con disciplina. Pero para la rigidez de mente no hay antídoto. Lleva en sí la semilla de su propia destrucción”.

Quisiera animarlos a ti y a tu pareja, estén por casarse o tengan ya muchos años de casados, a que hagan un plan de gastos. Este plan evitará que cometan errores garrafales en el inicio de su vida en conjunto. Rosabeth Moss Kanter, profesora de la escuela de administración de Harvard, en una ocasión dijo: “las personas que van a tener éxito y prosperan también serán maestros del cambio: listos para reorientar sus actividades y las de otros en direcciones no intentadas antes para llegar a los más altos niveles de logros”.

¡Tú puedes cambiar tu situación financiera! Para hacerlo, se requiere de un plan.

Diana Nyad dijo: “estoy dispuesta a enfrentar lo que sea, el dolor o los malestares temporales no me asustan cuando entiendo que la experiencia me llevará a un nivel nuevo”. La única forma de conocer lo desconocido es incursionar en ello, derribando barreras. A quienes no les gusta aprender tienen dificultades con los cambios y, como resultado, nunca se adaptan bien.

Recientemente, un amigo de la familia pasó por una crisis financiera. Se le detectó cáncer en la laringe. Después de casi doce meses de cirugías y tratamientos, tiene una nueva perspectiva de la vida. Lo que antes era importante para él, como tener mucho dinero, ahora es secundario. Ahora se dedica a su familia en cada momento disponible. Si tiene que escoger entre un trabajo extra o tiempo con sus hijos, el tiempo con sus hijos siempre gana.

En ocasiones, las crisis por las que pasamos son solo una llamada a cambiar. Son una oportunidad para que trabajemos en equipo con nuestra pareja y alcancemos juntos, como familia, la prosperidad integral. ¡No te des por vencido, la nube oscura pasará cuando pongas en acción tu plan de gastos y tu presupuesto!

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