Andrés Panasiuk

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Uno de los pasos esenciales para alcanzar la prosperidad integral es poder ahorrar e invertir con regularidad. No podemos ahorrar sin invertir, tampoco podemos invertir sin ahorrar. Es importantísimo que ahorres con regularidad, aunque se trate de una cantidad mínima cada mes.

También es importante obtener un buen margen de ganancia. Uno o dos puntos en la tasa de interés pueden marcar una gran diferencia a través de los años. Por ejemplo, si ahorras $100 por mes a 8% anual, luego de treinta años tendrás $150.000. Pero, si en vez de recibir 8% logras recibir 10% anual, entonces recibirás $228.000. Hay una gran diferencia entre $150.000 y $228.000. Es notable lo que un par de puntos de interés pueden hacer a través del tiempo.

Nosotros crecimos en economías de inflación que nos han enseñado a vivir el hoy. Pero en la nueva economía de mercado, en el proceso de globalización que estamos viviendo en el siglo veintiuno, tenemos que aprender a vivir la vida a largo plazo. Empezar a ahorrar no solamente para el día de hoy, para esta semana o para este mes, sino ahorrar para los años por venir -aunque, temporariamente, de vez en cuando, tengamos picos de inflación..

Invertir, en estos días, no es una cosa del otro mundo. Hace unos diez o veinte años atrás, invertir en la bolsa de valores parecía ser solo para gente rica y de mucho dinero. Sin embargo, el día de hoy, con la llegada y el crecimiento de los fondos mutuos, invertir tu dinero a largo plazo no es más complicado que abrir una cuenta de ahorros en un banco -o bajar una app en tu teléfono.

Cuando hablamos de invertir tus ahorros, mi recomendación es que busques una empresa de inversiones reconocida o un banco de confianza que te ayuden en el proceso de inversión. No trates de invertir por ti mismo, no trates de hacerlo por Internet ni dejes que individuos o amigos inviertan por ti. Busca una empresa reconocida con una historia de, al menos, veinte años en el mercado que tenga un buen nombre, un una buena historia de éxito y buenas referencias.

A la hora de invertir siempre hay riesgos a tomar en cuenta. Por ejemplo, aquí hay cinco que son los más comunes:

  1. La inflación: si la inflación está descontrolada, el riesgo está en que la inflación del país sea más alta que la tasa de retorno.  
  1. El crédito: existe la posibilidad de que el gobierno o la empresa a la que le compraste los valores presente quiebra o no te pague.  Lamentablemente, hemos visto esos casos, incluso, en los Estados Unidos.
  1. La tasa de interés: si compras bonos del gobierno a un interés fijo, perderás el valor de la inversión si las tasas de intereses suben (eso normalmente ocurre cuando hay inflación).
  1. Liquidez: si tienes tu dinero “atrapado” en acciones, quizás no tengas la habilidad de convertir tus inversiones en dinero en efectivo nuevamente de forma rápida.
  1. El mercado: la inestabilidad económica a veces hace que las empresas pierdan dinero en el mercado y eso disminuya de manera sustancial el rendimiento de tus invesiones.

Recuerda que el dinero que colocas en inversiones no está garantizado por el gobierno. Si colocas tus ahorros en una cuenta de banco local y ese banco se va a la quiebra, eventualmente el gobierno es garante de ese dinero y te devolverá todo lo que tenías depositado (hasta una cantidad máxima). Pero si inviertes en la bolsa de valores, por ejemplo, y la empresa a la que compraste acciones quebró, ese dinero nunca te será devuelto.

Comprender los riesgos que tienes por delante, y establecer cuánto estás dispuesto a arriesgar, determinará el tipo de inversión a realizar. El riesgo es una parte esencial de la inversión. Lo importante es evaluar cuánto riesgo uno puede tomar y cuánto capital está dispuesto a invertir. No tengas temor de pedir consejo profesional. Toma decisiones sabias y te irá bien. 

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