Andrés Panasiuk

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Pasamos más de una tercera parte de nuestra vida involucrados en el trabajo. Somos afectados por lo que nos pasa en el trabajo y por cómo nos sentimos dentro del mismo. En este artículo quiero darte estrategias de éxito que puedes usar en la oficina.

Estrategia uno: Toma las críticas como lo que son. Es muy interesante notar que solemos pensar que las críticas que nos hagan serán siempre positivas. El hecho de que alguien te diga que trabajas mal no significa que seas un tonto. Simplemente significa que a ese alguien no le gusta el trabajo que desempeñaste. Por más que no sea algo agradable, no tiene por qué ser un reflejo de lo que tú realmente vales.

Los conflictos de personalidad llevan a confrontaciones hostiles que resultan dolorosas para todos los involucrados. Pero aun los insultos arrojados quedan grabados por años. Una periodista de treinta años aún recuerda lo humillada que se sintió la vez en que un gerente la llamó “chiquilina inmadura”, tenía veintitrés. Hasta el día de hoy, cuando recuerda el incidente, la frase le llena los ojos de lágrimas y arremete con furia. Las cosas hay que tomarlas como de quien vienen. Intenta, en lo posible, reencausar la controversia hacia carriles más neutrales y profesionales.

Estrategia dos: Construye relaciones positivas. La política positiva de oficina no se trata solo de limar asperezas con los enemigos. También significa crear alianzas con aquellas personas que puedan ayudarnos. Para sentirte mejor en tu lugar de trabajo y desarrollar relaciones más estrechas dentro de la empresa, ten en cuenta las siguientes sugerencias:

· Inscríbete en cursos que puedan ayudarte a mejorar tus técnicas de comunicación, trabajo en equipo y liderazgo. Luego, pon en práctica lo aprendido con aquellas personas que más te hacen sufrir. 

· Busca responsabilidades que te permitan trabajar con distintos tipos de colegas y no los mismos pocos con los que sueles trabajar. Esto mejorará tus habilidades interpersonales, ampliará tu visibilidad y revitalizará tu jornada laboral.

· Solicita que te asignen tareas con gente a la que realmente le guste lo que hace. Tras permanecer cierto tiempo con ellos, es probable que te sienta bien contigo y con la empresa.

· Ofrécete para integrar una comisión que esté a cargo de un proyecto o tema interesante, a fin de poder desarrollar una comunidad interna de colegas con intereses y valores compartidos.

· Cuando tengas tiempo y energía, colabora para ayudar a otros que tengan “sobrecarga de trabajo”. Adquirirás reputación de jugador en equipo y desarrollarás una red de apoyo que te ayudará cuando requieras que te devuelvan el favor.

· Ofréceles reconocimiento a aquellos que lo merezcan. En vez de tratar de robarte los laureles, compártelos con los demás. La gente se sentirá mejor al trabajar contigo y para ti.

· Está atento a pequeñas maneras de fomentar la colaboración y no los conflictos. Cuando otros perciban tu actitud pueden llegar a suavizarse.

· No guardes rencores. Forman mala voluntad y traen úlceras. El enojo crónico es síntoma de problemas emocionales serios. A la larga, trae malas consecuencias para quien lo padece.

Espero que estas estrategias te ayuden a mejorar y cambiar tu ambiente de trabajo. ¡Sé el ejemplo de un cambio positivo! Verás cómo te beneficia a ti y a tu entorno.

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