Andrés Panasiuk

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Queremos darte algunas ideas creativas que hemos visto a lo largo de los años para que puedas adquirir una vivienda o conseguir un lugar donde vivir. 

La primera opción es alquilar. Rentar un departamento o una casa no es derrochar el dinero si lo haces en un momento determinado de tu vida, por las razones correctas. En especial si no tienes el dinero para hacer la compra, el anticipo o “el enganche” para un inmueble. También si aún no puedes cubrir los gastos asociados con una compra, las reparaciones o la mudanza completa.

El alquiler con opción de compra es una segunda posibilidad. Es bastante conveniente si el vendedor quiere deshacerse de los pagos mensuales de la propiedad, pero no puede venderla. También si el comprador sabe que tendrá el dinero más adelante, pero no cuenta con él ahora, sino hasta el final de un determinado plazo: 12 meses, 24 meses, 3 años… Si el comprador quiere adquirir la casa, pagará una prima. Es decir, un monto de dinero. El vendedor tendrá en consideración los alquileres ya abonados como parte de pago del precio de la casa. Esta clase de alquiler brinda resultados convenientes.

Otra buena alternativa es comprar una casa entre varias familias. Esto es muy común entre los inmigrantes asiáticos en Estados Unidos. Dos o tres familias compran una casa y la pagan por completo lo antes posible. Luego compran otra y la pagan por completo. Así continúan hasta que todas las familias tienen su casa. La ventaja es que los pagos mensuales son mucho más bajos y hay una muy buena posibilidad de ahorrarse miles de dólares en intereses. 

Comprar una casa y alquilar parte de ella también es una opción muy popular entre las familias latinas, tanto en Estados Unidos como en Europa. Uno puede comprar una casa con un sótano y un segundo piso. Luego separa cada nivel y alquila uno o varios. Esto le permite al dueño de la casa cumplir con los pagos mensuales e incluso ahorrar algo de dinero. Hay una sola advertencia respecto a esto: cuando uno compra una casa de este tipo siempre debe estar seguro de que puede hacer los pagos totales por varios meses. No es de extrañar que los inquilinos se muden y que el dueño asuma toda la responsabilidad de hacer frente a la hipoteca. Asegúrate de tener entre cuatro y seis meses de hipoteca guardados en el banco si deseas intentarlo.

Otra opción es construir de a poco. Uno consigue un terreno y poco a poco construye una vivienda por un precio muchísimo más bajo que el de una ya hecha. Finalmente, también existen los planes gubernamentales. En cada uno de nuestros países, desde Canadá hasta la República Argentina, los gobiernos se interesan en que las familias puedan acceder a una vivienda digna. Infórmate acerca de los programas gubernamentales disponibles en tu ciudad, provincia, estado o nación. 

Ahora que ya conoces las opciones para conseguir tu primera vivienda, ¡atrévete a soñar! Elige la idea que más accesible te parezca y diseña un plan para llevarla a cabo. Tener tu propia casa o inmueble no es imposible, créelo y mira cómo se hace una realidad. 

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