Quiero darte una serie de consejos prácticos para establecer un plan y salir de las deudas. Si integras a tu vida los principios y valores que enseñamos en Cultura Financiera y sigues estos consejos, te irá muy bien. Con el tiempo, te será más fácil salir de deudas que seguir metido en ellas. ¿Quieres eso?
En mi caso personal, logramos salir de las deudas en los años noventa. Tú también lo puedes hacer. Por ello es determinante tener un arduo deseo de llegar a vivir una vida libre de deudas. No es fácil alcanzar una vida sin deudas en una sociedad latinoamericana que marcha hacia la integración y el crecimiento económico a través del consumo de bienes y servicios.
En adición, en esta época sentimos la presión de que, gracias al crédito, podemos obtener cosas que nos hubiera llevado años conseguir en el pasado. Mi palabra en este caso es una palabra de precaución. Anteriormente hemos dicho que no está mal pedir prestado y, en algunos casos, uno puede encontrar programas gubernamentales que nos permiten acceder a una casa digna con un pago mensual realmente bajo.
Al momento de tomar un préstamo recuerda estos principios… Primero, no pidas prestado si no tienes una forma segura de pagar. Segundo, un préstamo debe ser un compromiso a corto plazo. Tercero, lo que se pide prestado hay que pagarlo, incluso si esto toma el resto de nuestra vida.
Si te encuentras en deudas y quieres salir de ellas lo antes posible, debes seguir los siguientes pasos. Primero, cambiar interiormente. Si no hay un cambio interior y un compromiso serio a obedecer los principios de la prosperidad, los otros pasos serán en vano, porque en cuanto sientas un pequeño alivio volverás a caer en mayores deudas. Como quien hace una dieta por dos meses y recupera el mismo peso al tercer mes.
Segundo, establece un plan para manejar el poco o mucho dinero que tienes. Saber cuánto entra y cómo sale te permitirá descubrir áreas en las que puedes disminuir gastos, comenzar a ahorrar o, quizás, saber en cuánto deberás incrementar tus ingresos.
Tercero, establece un sistema de control. Especialmente para los gastos que haces con dinero en efectivo. Es en este tipo de gastos donde resulta más difícil controlarnos.
Cuarto, incrementa tus entradas o disminuye tus gastos. Sé creativo, no necesariamente se debe enviar a la esposa a trabajar, especialmente si tienes niños pequeños en la casa.
Quinto, haz una lista de acreedores con datos de cada deuda para saber cuánto le debes a cada uno, cuánto pagas de intereses, quién es tu contacto, cuál es el orden en el que irás eliminando tus deudas, etc.
Sexto, establece un plan de pagos. Esto les demostrará a tus acreedores que eres alguien serio y responsable.
Por último, comprométete a cumplir el plan de pagos y a nunca más pedir prestado. Esto requiere un fuerte compromiso de tu parte, así como también de cada miembro de la familia. Puede que no tengas mucho, pero podrás dormir tranquilo cada noche por el resto de tu vida. Para salir de las deudas se requiere diligencia y perseverancia. Con la ayuda de Dios sí es posible salir de ellas para siempre.
Así es. Muchas gracias Dr. Panasiuk. A dar esos pasos firmemente.