Andrés Panasiuk

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El secreto para convertirnos en compradores exitosos se encuentra en colocar como fundamento la obediencia a ciertos principios inalterables. Debemos construir nuestro futuro económico con materiales de alta calidad, provistos por excelentes valores personales. Tenemos que desarrollar nuestro plan basados en los paradigmas apropiados.

 El comprador exitoso es aquel que tiene una actitud diferente hacia la vida. Personas así se concentran primero en el ser y luego en el hacer. Cambian la forma en que se ven a sí mismas y la forma en que viven cada día. Tienen valores que los diferencian de la mayoría de la gente y reflejan los principios que rigen la prosperidad integral. 

Uno de estos principios es el de la paciencia diligente. “La paciencia nos protege de los males de la vida, así como la vestimenta nos protege de las inclemencias del tiempo”, decía Leonardo Da Vinci. Immanuel Kant pensaba: “La paciencia es la fortaleza del débil; la impaciencia, la debilidad del fuerte”. Para cambiar nuestra actitud hacia las finanzas tenemos que ejercitar la paciencia diligente.

Establece una diferencia entre la paciencia general y la paciencia diligente. La gente suele tener una idea fatalista sobre este valor. Cree que es sinónimo de rendirse a la mala suerte o a las circunstancias. Piensa en sentarse mirando al techo sin hacer nada, esperando a que ocurra un milagro o a que las circunstancias cambien. Sin embargo, no nos referimos a esa paciencia. Hablamos sobre una que está en movimiento, que es diligente: la perseverancia a través del tiempo. 

Confucio decía: “Nuestra mayor gloria no está en que nunca hemos fallado sino en que cada vez que fallamos nos hemos levantado”. Ejercer paciencia diligente desde el punto de vista económico requiere salir de la actitud y la cultura imperantes a nuestro alrededor. Cambiar nuestra forma de ver la vida por uno diferente. 

El problema que experimentamos como latinoamericanos es que las continuas dificultades económicas en nuestros países promueven desde nuestra niñez una actitud de “ya y ahora”. Entonces, cuando tenemos la oportunidad de comprar algo o de realizar alguna inversión, buscamos lo que es más conveniente a corto plazo. Hoy tenemos y hoy gastamos porque pensamos: “¿quién sabe qué ocurrirá mañana con la economía del país?, ¿qué tal si viene una devaluación, o perdemos lo poco o mucho que tenemos?”.

Quienes vean sus finanzas como una carrera de larga duración (incluso como una carrera que continuarán corriendo sus herederos) lograrán los mejores resultados en la vida económica.

De acuerdo con el libro El millonario de al lado de Stanley y Danko: “más del ochenta por ciento de los millonarios en Estados Unidos el día de hoy son gente común y corriente que han acumulado riquezas en una generación. Lo hicieron lentamente, consistentemente, sin ganar la lotería”.

¡Adquiere una actitud diferente! Ejercita la paciencia diligente, ejercita la perseverancia. Así obtendrás mejores resultados financieros.

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